La mujer dormida no quiere abrir los ojos a la espera
y se muestra anhelante ante una llamada de amor.
La mujer dormida es la fiel compañera del mar y el crepúsculo,
la aliada sincera de un impulso que llena de luz
y que al despertar del sueño descubrirá junto a los latidos de su corazón.
Protagonizada por mi amiga Anuska, las fotografías se tomaron en los alrededores de la ermita de la Virgen del Mar, aprovechando la hora del crepúsculo para que su silueta se recortara en los recuerdos y la nostalgia de la protagonista de la historia del vídeo.
La maravillosa canción She, interpretada por Elvis Costello, y banda sonora de la película Notting Hill, pone la atmósfera ideal para el romanticismo de las imágenes.
Espero que os guste.
ISIDRO R. AYESTARAN, 2008
7 comentarios:
Me ha gustado tu blog,natural hermoso
Y sin duda es eso un romanticismo bellamente recreado.Precioso.
Un abrazo
Hola Isidro,mil gracias y enhorabuena por tu magnifico recital en MIL ROSAS,la mujer dormida espera y se valancea con el mar entre sus sonidos esperando esa voz ,maravilloso el video y esa bella manera de plasmar tan maravilloso sentimiento.
nos leemos.
Besos.
Nos llamas angeles, tu si que eres un angel maravilloso, mi compañero de noches frente al blog, emocionandome, llorando con la belleza de tus palabras, gracias por todo.
Cada vez que vengo a este tu blog me gusta más. Me has recordado aquella canción de Jorge Añez, Agáchate el sombrerito, ¿la conoces?:
Agáchate el sombrerito y por debajo mirame
y con una miradita dí lo que quieras hablarme,
y con una miradita dí lo que quieras hablarme.
Que me voy a morir, que me muero de amor,
que me muero de amor ¡hurria! por las bogotanas.
Aún conservo el pañuelito de cenefa moradita,
aquel que tanto mordías cuando te ponías bravita.
Que me voy a morir...
Tengo que subir, subir, las aguas del Magdalena
p’a llegar a Bogotá y besar a mi morena,
p’a llegar a Bogotá y besar a mi morena.
Que me voy a morir...
Aquí tengo aquel clavel del jardín de tu casita,
que al despedirme llorando lo besó su mercesita,
que al despedirme llorando lo besó su mercesita.
Que voy a morir...
Como siempre,un momento lleno de poesía y nostalgia.
Un abrazo Isidro.
Excelente videoclip, me ha gustado mucho, su cualidad mistica entre lo poetico las imagenes y el poema.
Un abrazo.
Publicar un comentario