os espero en mi nuevo trabajo

os espero en mi nuevo trabajo
pincha en la fotografía para acceder a EL CABARET DE LOS SUEÑOS

ya esta disponible... EL CABARET DE LOS SUEÑOS NOCTURNOS

ya esta disponible... EL CABARET DE LOS SUEÑOS NOCTURNOS
PINCHA EN LA PORTADA para ver el vídeo presentación de EL CABARET DE LOS SUEÑOS NOCTURNOS, el libro que, de la mano de Producciones Nocturnas y Absenta Poetas, aglutina los poemas, fotografías y relatos que forman parte de Nocturnos y El cabaret de los sueños, mis dos obras literarias ilustradas en Internet. Para los que vivís fuera de Santander, y estéis interesados, lo podréis hacerlo vía e-mail, para remitirlo por correo. Y pronto, tras mi espectáculo Muñecas de cristal, el Gran Show de presentación del libro por diversos lugares de Santander. Precio: 10 euros. Mail de contacto: isidrorayestaran@gmail.com

TU LEJANIA


Hoy he vuelto a sentir la misma punzada en el corazón que aquella otra vez en que te alejaste de mi vida. Y te he vuelto a llorar al comprobar cómo tu lejanía se acrecentaba cada vez más hasta el punto de que el único recuerdo tuyo que me queda es el del sabor imborrable de tus besos, el calor de tus abrazos y la ternura de tu mirada…

Me ha dicho la luna que esta vez te has ido con ella para jugar con su luz y sus estrellas. Y también me ha contado en un susurro que todo lo que le había hablado acerca de ti es cierto. Que eres el príncipe del amor y que tu música acompaña a cada una de las pasajeras de la noche, a esas fieles viajeras que brillan con una intensidad y un fulgor inusual en ellas por sí solas.

Pero todo eso yo ya lo sabía. Lo había vivido a tu lado aquí en Roma. Había sentido en primera persona la música de tus besos, había percibido que tu compañía era distinta a la de otros acompañantes que quisieron hacer conmigo el difícil viaje hacia la plenitud del amor… Erais tú y tu nombre, tu presencia y tu mirada, tu sonrisa tan llena de música, tus labios al pronunciar “te quiero”; era tu silencio lo que definía a voces la palabra felicidad…

Pero hoy he visto cómo te ibas de mi lado; cómo olvidabas mi nombre y hasta cómo se escribía la palabra “amor”…

Y hoy… he sentido celos de la luna y las estrellas por tenerte a su lado en esta noche solitaria de otoño. Pero ya no importa, porque pronto alcanzaré de nuevo tus brazos y tu mirada.

Vida que me has quitado el amor y amor, que has naufragado en vida… Aquí me tienes, en pleno delirio de soledad y amargura, embriagado por las lágrimas que he vertido y me he bebido para, en un alarde de autodestrucción, acabar conmigo con mis propias armas… ¿Qué puedo decirte, mi vida? ¿Que ya no vivo sin ti a mi lado? ¿Que soy un juguete roto, un vagabundo sin rumbo ni destino?

Aquí, en nuestro lago de Villa Borghese, te dije que te amaba por vez primera; que mi vida, sin tu aliento, carecía de lo más importante y urgente. Tu referencia. Tu aplauso al llegar a la meta. En definitiva, la complicidad de tus caricias. Aquí, en algún lugar perdido de los jardines, nos amamos y nos convertimos en un solo cuerpo con una única aspiración. Ser felices en un solo corazón. El mismo motor para los dos…

He caminado por las ruinas del Foro Imperial; he recorrido de nuevo toda la Via Giulia y he contemplado sus fachadas plagadas de hiedra; he subido al Monte Testaccio y le he lanzado un beso al Jardín de los Naranjos; He orado en silencio ante la imagen del Crucificado y me he conmovido ante la serenidad de la Virgen de la Piedad…

He recorrido todo aquello que tú y yo emprendimos juntos. Y ahora, amor mío, me he soltado de tu mano espiritual para aferrarme a algo mucho más poderoso que tu recuerdo. Y lo hago caminando por las aguas del Laghetto sin necesidad de barca física ni remos materiales. El barco es el amor y los remos son las ansias que tengo por volver a tenerte junto a mi lado. Sé que con esas poderosas armas, mi victoria será segura y tú y yo volveremos a la unidad de la que disfrutamos en otros tiempos.

Sí… Ya oigo de fondo Caruso. Ya, nuestra melodía, me da la perspectiva que necesitaba para sentir que estoy próximo a ti.

Han caído Imperios, se han perdido guerras y hemos perdido a nuestros ancestros para siempre… Pero existe algo tan poderoso que, ni la soberbia del ser humano ni la incapacidad de los dignatarios podrán arrebatar jamás a los que son como tú y como yo.

Ya te veo escondido por entre las columnas del Templo. Por eso, ya estoy en condiciones de decir y pregonar que aquello que siempre permanecerá invicto es el amor, nuestro amor, nuestra verdadera razón de ser…

He llegado por fin a tu lado. Ya te has dejado ver en el pórtico de entrada del Esculapio… Te has aproximado a mí con la sonrisa que siempre te caracterizó y, con un beso profundo, verdadera señal de amor, me has devuelto a la vida que habías estado preparando para mí desde tu lejanía.

Gracias, mi amor, por haber regresado a mi lado

ISIDRO R. AYESTARAN, de mi novela SENTIMENTO, 2007

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Isidro, por saber transportarnos a ese mágico mundo tuyo de la nostalgia de los amores.
La vida sin amor no vale nada. Eso ya lo sabía. Pero al leete, queda constatado para siempre.