Jesús continúa en la cama del hospital. Está mirando a la ventana y su rostro está más pálido. Laura entra disimulando su pena y se sienta junto a él. El la mira y sonríe hablando con dificultad.
JESUS: Anoche oí desde aquí el sonido de los tambores... ¿Estuvo bonita la procesión?
Laura habla sin mirarle a los ojos.
LAURA: Estuvo preciosa. Me dieron las tantas ayudando a doña Matilde a guardar el faldón del paso.
Jesús la mira.
JESUS: ¿Por qué no muestras tus ojos? Aún con lágrimas son muy bonitos.
Ella le mira como él desea y derrama una lágrima.
JESUS: Supongo que el médico ha hablado con mi tío.
LAURA: ¿Por qué no me lo dijiste?
JESUS: Ya tenías bastante... y no quería hacerte sufrir más de lo que ya sufrías.
LAURA: ¿Ni siquiera a tu familia?
Jesús vuelve a mirar hacia la ventana.
JESUS: Desde aquí no veo el mar...
Laura continúa derramando lágrimas.
JESUS: Ni tan siquiera mi capilluca...
Jesús habla ahora entre sollozos.
JESUS: Tal vez sea mejor así, sin ver cómo la derriban. Sería como si me estuvieran arrancando poco a poco la vida.
Jesús vuelve a mirar a Laura.
JESUS: No quería que te sintieras como Felipe... Sola y sin un amor.
LAURA: Nunca estaré sola. Siempre te llevaré en mi corazón. Cuando mire al mar, tú estarás conmigo, y así nunca te echaré de menos. Nunca podré olvidarte porque tú me diste el amor que nunca tuve y que nunca nadie me dio mientras fui niña.
Laura le acaricia el rostro.
LAURA: Te quiero.
Jesús, con dificultad para hablar, busca entre sus recuerdos.
JESUS: Mi abuela siempre nos recitaba un poema... Que las unicas palabras de adiós que pronuncien nuestros labios sean aquellas que se digan cuando yo cruce la línea del cielo, que nuestra primera sonrisa en el más allá se produzca al volver a vernos y comenzar de nuevo.
Jesús acaricia su mano y la besa.
JESUS: Hasta que te vuelva a ver sonreír.
Laura rompe a llorar sobre su regazo de manera desconsolada.
ISIDRO R. AYESTARAN, de mi guión de cine PALABRAS DE ADIOS-NUESTRA COFRADIA, 1998
No hay comentarios:
Publicar un comentario