Yo sólo quería cogerte de la mano y no soltarme jamás,
navegar a tu lado en este mar de miradas anhelantes,
sentirte de nuevo, adentrarme en tu cuerpo,
hacerte mía en un solo gesto de amor renovado.
Tan sólo deseaba que fuéramos felices en un nuevo mundo,
esquivar los reproches de aquella primera parte
que tanto daño nos hizo por inexpertos,
y olvidar aquel telón que cayó como cae el acero.
Pero te dejé partir, ascender sola a tu morada
mientras yo caía en el consuelo de las palabras amigas
que no comprendían ese inmenso amor
por tu persona y tu nombre, por
protegerte en tus noches de soledad y pesadilla…
Por continuar en este juego a quererte.
No querías un novio poeta…
pero seguiré escribiendo versos en este espectáculo
de recitales y sombras, de luces tenues de velas
que alumbran el sendero oscuro
donde me adentro al recordarte en cada palabra,
en cada rima que alumbra tu mirada,
en este viaje que es mi patético intento
por continuar en un sendero incierto
donde no hay olvido ni manos tendidas…
porque naufrago en la sombra de esta
historia de amor en la que me adentro…
aunque ya sea sin ti a mi lado.
navegar a tu lado en este mar de miradas anhelantes,
sentirte de nuevo, adentrarme en tu cuerpo,
hacerte mía en un solo gesto de amor renovado.
Tan sólo deseaba que fuéramos felices en un nuevo mundo,
esquivar los reproches de aquella primera parte
que tanto daño nos hizo por inexpertos,
y olvidar aquel telón que cayó como cae el acero.
Pero te dejé partir, ascender sola a tu morada
mientras yo caía en el consuelo de las palabras amigas
que no comprendían ese inmenso amor
por tu persona y tu nombre, por
protegerte en tus noches de soledad y pesadilla…
Por continuar en este juego a quererte.
No querías un novio poeta…
pero seguiré escribiendo versos en este espectáculo
de recitales y sombras, de luces tenues de velas
que alumbran el sendero oscuro
donde me adentro al recordarte en cada palabra,
en cada rima que alumbra tu mirada,
en este viaje que es mi patético intento
por continuar en un sendero incierto
donde no hay olvido ni manos tendidas…
porque naufrago en la sombra de esta
historia de amor en la que me adentro…
aunque ya sea sin ti a mi lado.
ISIDRO R. AYESTARAN, 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario