Recordando pensé
en un sueño imposible,
aquél que me lleva a tus brazos,
aquél que me brinda tu amor.
Y pienso en el tiempo
que estuve a tu lado
sin pedirte nada a cambio,
tan sólo una mirada
y una sonrisa,
tan sólo tus manos
y tu corazón.
Ya sé de sobra
que me porté mal,
que no fui como tú esperabas,
que no fui tu galán.
Ya sé que no hay
perdón en el mundo
por lo que te hice pasar,
pero nunca mires atrás.
Mira al horizonte
donde el sol ofrece su calor.
Mira al horizonte donde
los enamorados perdidos
vuelven a creer en el amor.
en un sueño imposible,
aquél que me lleva a tus brazos,
aquél que me brinda tu amor.
Y pienso en el tiempo
que estuve a tu lado
sin pedirte nada a cambio,
tan sólo una mirada
y una sonrisa,
tan sólo tus manos
y tu corazón.
Ya sé de sobra
que me porté mal,
que no fui como tú esperabas,
que no fui tu galán.
Ya sé que no hay
perdón en el mundo
por lo que te hice pasar,
pero nunca mires atrás.
Mira al horizonte
donde el sol ofrece su calor.
Mira al horizonte donde
los enamorados perdidos
vuelven a creer en el amor.
ISIDRO R. AYESTARAN, 1999
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