¿Quién más siente desamor?
¿Quién más siente desdicha?
¿Quién no ha tenido un amor
resquebrajado, que se le ha escapado
entre las manos y que con lágrimas
en los ojos lo ha visto partir?
¿Quién lanzó aquél beso?
¿Quién cortó aquella rosa?
¿Es que tal vez fui yo y
te lo dediqué a tí?
Si es así quiero saberlo,
porque este amor traicionero
me ha despojado de todo,
de pasión, de ternura,
y de aquella gran locura
que fue el decirte te quiero.
ISIDRO R. AYESTARAN, 1996
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