Miradas furtivas a un vacío de sillas desiertas donde la compañía es uno mismo, donde las palabras fluyen de las ausencias y donde la nostalgia se empapa de humo.
Miradas que se escapan al ayer tumultuoso donde el amar y el ser amado era uno solo y donde el compañero era el espejo de una sonrisa…
Miradas que delatan un amor perdido entre un horizonte de líneas grises, y donde el gritar al regreso del amor es pronunciar un nombre dañino: el nombre de nuestras miradas.
Miradas que se escapan al ayer tumultuoso donde el amar y el ser amado era uno solo y donde el compañero era el espejo de una sonrisa…
Miradas que delatan un amor perdido entre un horizonte de líneas grises, y donde el gritar al regreso del amor es pronunciar un nombre dañino: el nombre de nuestras miradas.
clip: EL AMANTE PERDIDO
ISIDRO R. AYESTARAN, 2007
1 comentario:
ese asunto...
cuando relatas la perdida de la unidad
con una melancolia ha veces resignada, consumada, superada, o ceyendo en vaiven de recuerdos, vertiginosos que no dejan mirar hacia ningun lado
sino
una escena negativa a la contemplación del mar
de querer recuperar algo, o de hablar de algo que quiero recuperar despues de pensarlo
lejos de su efectividad retrospectiva
en el dolor de un augurio casi mítico
pasado que recuerda que debe pretender seducir al futuro.
disfrute la lectura
narrativas gritonas, y de sueños germinados en la vigilia.
me encantaria leer alguna obra tuya isidro
aquí te dejo mi correo y msn por cualquier cosa.
www.aleajactaes@hotmail.com
no habia posido pasar antes que estoy en un lio tremendo estudiando un problema filosofico. haber si lo soluciono en parte antes del lunes.
un abrazo.
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