Tensadas las cuerdas de mi guitarra,
la rasgueo con un único motivo,
una sola inspiración,
esa hoguera situada entre tú y yo.
Un ritmo lento para tu canción,
para una melodía que habla del amor
que sobresale de la oscura tiniebla
para llegar muy hondo, muy adentro…
Tú y yo en cada lado de la partitura,
sobre unas notas de adagio
que consiguen que sobresalga la ternura
de todo lo que eres capaz de evocarme,
pensando en unos labios que al besarme
me trasladan a canciones ya pasadas
de unos tiempos solitarios,
donde al pensar en tu compañía
conseguía que fueras mía al hacerte música,
al ser de mi recuerdo, la única y mejor de las musas.
ISIDRO R. AYESTARAN, 2007
la rasgueo con un único motivo,
una sola inspiración,
esa hoguera situada entre tú y yo.
Un ritmo lento para tu canción,
para una melodía que habla del amor
que sobresale de la oscura tiniebla
para llegar muy hondo, muy adentro…
Tú y yo en cada lado de la partitura,
sobre unas notas de adagio
que consiguen que sobresalga la ternura
de todo lo que eres capaz de evocarme,
pensando en unos labios que al besarme
me trasladan a canciones ya pasadas
de unos tiempos solitarios,
donde al pensar en tu compañía
conseguía que fueras mía al hacerte música,
al ser de mi recuerdo, la única y mejor de las musas.
ISIDRO R. AYESTARAN, 2007
1 comentario:
Que de eso cuando los labios de ella son la musica pasada, ajena a el momento actual, donde lo que se quiere conseguir es esa familiaridad con lo de afuera-interno, ese pasado lejano al rpesente que solo es pasado porque es recordado, condicion del presente que nucna es presente sino porque existe su negatividad pasada como condicion de posibilidad de poder escribirle un poema a ella y que en el futuro lo lea y me escupa la cara y yo vuelva a sentir el sabor de su saliva, ya en mi boca
en mi rostro
en mis ojos
en mi piel.
Saludos
estaba violento eso q lei.
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