Dos amantes tristes separados por muros de soledad en un mundo de palabras calladas, donde el sentimiento es silencio y el deseo de amar, una quimera.
Dos manos que se estrechan y que hablan ellas solas diciéndose que su mejor arma es tan sólo su juego de miradas… Un abrazo, un beso… y el mundo entero.
Dos manos que se estrechan y que hablan ellas solas diciéndose que su mejor arma es tan sólo su juego de miradas… Un abrazo, un beso… y el mundo entero.
ISIDRO R. AYESTARAN, 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario