Muñeca está sentada en su cama, escribiendo algo en un papel. Es una carta para Poeta, cuyo contenido oímos en off.
Por su parte, Poeta se encuentra tumbado en su dormitorio, tocando un punteo en su guitarra, con la mirada perdida y con su corazón herido. Ya no piensa en Carlota. Sólo en Muñeca.
Se sigue oyendo la voz de Muñeca, que continúa su carta mientras Poeta sigue con la guitarra.
MUÑECA: Mi amor, no sé cómo expresarte que te echo de menos. Ya sabes que no tengo cultura, pero esa es la verdad. Me siento vacía sin tí porque tú ya marcabas mi rumbo mucho antes de que te fijaras en mí. Incluso mucho antes de que supieras que Carlota no iba a ser la mujer definitiva de tu vida. He sido una egoísta sin darme cuenta de tu capacidad para amarme aunque siguieras pensando en ella... Sé que a pesar del daño que te hizo al traicionarte rompiéndote así el corazón, sigues y seguirás queriéndola. Esa es la magia del verdadero amor. Pero yo te quiero y no puedo vivir sin tí. Vuelve a mí, mi amor. Ya no me importa Carlota ni su recuerdo imborrable. Sólo deseo que estés a mi lado... Te quiero más de lo que puedas imaginar. Y eso te lo confiesa una pobre prostituta del paseo marítimo... Alguien insignificante pero que arde en deseos de estar a tu lado.
Muñeca finaliza con lágrimas en los ojos su carta a Poeta.
ISIDRO R. AYESTARAN, de mi guión de cine MUÑECOS DE CRISTAL, 1998
No hay comentarios:
Publicar un comentario